En Una Ciudad Para Todos, se respetan las convicciones y creencias de todos.
A través de una errónea reglamentación de la ordenanza que establece la política mortuoria, el ejecutivo municipal, comenzó a intimar a los vecinos que tienen familiares en nichos del cementerio central, para que en un plazo de 3 días, decidan sobre la cremación o retiro de los mismos. Esta situación generó muchas angustias. Luego de mucho trabajo, logramos que las intimaciones quedaron sin efecto. El ejecutivo debe entender que la capacidad de los cementerios se aumenta con más inversión y no forzando las convicciones personalísimas de los vecinos.